lunes, 22 de diciembre de 2008

Feliz Navidad

La Navidad es una partida a la brisca. Dos mesas y un reparto por edades. Es dibujar un círculo en la ventana helada de casa de mis abuelos para ver enfrente las lucecitas del belén de mis primos. Es jugar a hacer el pino en los sofás, al escondite en el desván, a probar un trago de vermout. Son muchas mujeres juntas, hombres en solución cotidiana. La Navidad es pedir duros y que te den pesetas, esperar que el Renault 11 vuelva de Orense y sorprenderse por la bici para cuatro, los patines para dos y una Leslie pelirroja.


La Navidad no sabe a langostino, ni falta nadie en las uvas de fin de año, en los besos que dan la primera bienvenida. La Navidad sabe a cordero, a amanecer nevado, a corretear entre una casa y la otra con palabras para el souto. Para el Jack, para el Mickie, el señor Manolo con su pierna herida en la guerra. Para la tía Balbina, los abuelos, la tía Lola, mi padre. Y para todos los que están a demasiados kilómetros de distancia. Ellos son mi partida a la brisca, mi vermout, mi familia. Ellos son mi Navidad.

Foto: Carlos Venegas - Flickr

3 comentarios:

Anónimo dijo...

qué maravilla.
Estas fechas me ponen especialmente feliz aunque este año deje un pedacito de mí en esta tierra romana.
Pero pensar que al marchar y llegar a casa tendré cosas de esas que describes, me animo.

Un beso gordo

Isabel Sira dijo...

¡Feliz Navidad! Un beso enorme.

Los viajes que no hice dijo...

Feliz Navidad. Me ha encantado este post. Vas a tener que enseñarme a jugar a la brisca...