viernes, 30 de enero de 2009
Tuve tres sueños
I
“Solamente los sueños son siempre lo que son. Es el lado de nosotros en el que nacemos y en el que siempre somos naturales y nuestros.
- Pero, si el mundo es acción, ¿cómo puede ser que el sueño forme parte del mundo?
- Es que el sueño, señora mía, es una acción convertida en idea; y por ello conserva la fuerza del mundo y rechaza la materia, que es el estar en el espacio. ¿Acaso no es cierto que en nuestros sueños somos libres…?”
‘The Devil’s Voice’ – Fernando Pessoa
II
III
“Estamos indefensos en los sueños ajenos”
Rafael Pérez Estrada
Foto: dark dreams - Flickr.com
jueves, 29 de enero de 2009
Maestro
Cuando F. se fue con la música a otra parte –nunca mejor dicho- estuve un tiempo desconcertada. Como si, al quedarse el alumno sin maestro, se hubiese quedado también sin la capacidad de explorar por sí mismo los territorios que se habían abierto los sábados a las ocho de la mañana con The Cult, en interminables sesiones en el ordenador y en conciertos inolvidables, como el de Moby.
Pero al alumno le gusta demasiado la música como para renunciar a ella y quedarse estancado. Hay aquí un estremecimiento muy primario. Algo básico. Por eso, poco a poco, la vida volvió a convertirse en una canción, aunque fuese cantada a gritos, y fueron apareciendo otros nombres, otros ritmos, otras formas de contar.
Hoy el alumno explora nuevos caminos que surgen por contagio, a través de Radio 3, por preguntas, conversaciones y montajes. Le parece que se aleja, que entra en un universo gravitatorio que conduce de Beirut a Kings of Convenience. De Towa Tei a José González. Y, de vez en cuando, necesita regresar por los caminos ya transitados para levantar los brazos, cantar gritando, cantar sintiendo, y recordar el auténtico significado de la palabra maestro.
“Y si todo ha sido en vano, no tienes que volver"
Los Planetas
Pero al alumno le gusta demasiado la música como para renunciar a ella y quedarse estancado. Hay aquí un estremecimiento muy primario. Algo básico. Por eso, poco a poco, la vida volvió a convertirse en una canción, aunque fuese cantada a gritos, y fueron apareciendo otros nombres, otros ritmos, otras formas de contar.
Hoy el alumno explora nuevos caminos que surgen por contagio, a través de Radio 3, por preguntas, conversaciones y montajes. Le parece que se aleja, que entra en un universo gravitatorio que conduce de Beirut a Kings of Convenience. De Towa Tei a José González. Y, de vez en cuando, necesita regresar por los caminos ya transitados para levantar los brazos, cantar gritando, cantar sintiendo, y recordar el auténtico significado de la palabra maestro.
“Y si todo ha sido en vano, no tienes que volver"
Los Planetas
martes, 27 de enero de 2009
El beso
jueves, 22 de enero de 2009
Invierno
El abrigo. El pañuelo. Otra chaqueta. Un jersey de cuello alto. La camiseta. El sujetador, a veces. Las bragas. Los leotardos. Los pantalones. Calcetines. De vez en cuando, gorro y guantes. Dos grados bajo cero. Menos uno. Olvido que debajo está mi piel. Y que acariciar es el sexto sentido. ¿Ves?
Ilustración: NaT - Flickr.com
martes, 20 de enero de 2009
Corrientes
Me gustan ciertos mecanismos de la curiosidad. El efecto que tienen algunos acordes y algunas voces cuando las escuchas por primera vez. Determinadas imágenes, y cómo las interpretas. A veces, mi curiosidad es voraz. Posesiva y expansiva, sin contradicción. Mi curiosidad necesita tiempo. Es caprichosa, lo sé. No le gustan los atajos, lo sabe, porque necesita sus espacios.
La chica del puente - Patrice Leconte
lunes, 19 de enero de 2009
Bicentenario
Cine Avenida
Hay un placer muy sencillo. Ojear la cartelera de un periódico, ver lo que 'hacen' en el Avenida de Sevilla y escoger una de las películas en versión original. Comprobar que la sala está llena, que la gente sabe comportarse con educación porque está disfrutando. Es un placer sencillo quedarse en los créditos, hasta el final. Salir sonriendo todavía, como en ‘Bienvenidos al Norte’. Con las vísceras del revés, como en ‘Gomorra’. Queriendo saber más, como en ‘Il Divo’. ¿Por qué en Extremadura no funcionan cines así, salvo las sedes de la Filmoteca y algunos festivales? Y hay quién se ríe de mi pequeño DVD portátil…
Sigur Rós
Cada vez que escucho los acordes iniciales del ‘Hoppípolla’ de Sigur Rós veo rostros de mujeres desconocidas que avanzan por la calle a cámara lenta y, entre ellas, la sonrisa de quien las concibió.
Pero también visualizo cómo florecen las amapolas en primavera, desde que los primeros tallos asomaron en la tierra meses atrás con el frío. No sé… Esa canción suena a principio. A un pájaro que está a punto de echar a volar y la imagen se ralentiza en el momento justo en el que despliega sus alas. A un niño que está naciendo. Esa canción, no sé muy bien porqué, suena a la diferencia exacta entre seis segundos demasiado breves y otros eternos.
Pero también visualizo cómo florecen las amapolas en primavera, desde que los primeros tallos asomaron en la tierra meses atrás con el frío. No sé… Esa canción suena a principio. A un pájaro que está a punto de echar a volar y la imagen se ralentiza en el momento justo en el que despliega sus alas. A un niño que está naciendo. Esa canción, no sé muy bien porqué, suena a la diferencia exacta entre seis segundos demasiado breves y otros eternos.
Simplemente, hermoso
viernes, 16 de enero de 2009
Sal
I
¿El juego del ahorcado?
¿No prefieres una partida al ajedrez?
No tengo tiempo que perder en visiones espaciales, metáforas ni adivinanzas. Cuando se me hincha la vena derecha de la cabeza soy incapaz de moverme sin dormirme, vomitar o querer acurrucarme. Las mitades no cuentan si no hay horarios, no hay reglas. Dame un impulso. ¿Una más? ¿La última? Dame un espejo, que te veré reflejado. Dame una mirada desenfocada. Una jugada más.
¿Qué hago aquí si todavía no es jaque mate?
II
No. Yo no prefiero rozar los límites. Los desbordo. No quiero vivir en la superficie ni parecer que camino sobre el agua, sin que el agua me moje. Aprendí a nadar en el mar, escupiendo sal. Aprendo a adaptarme haciendo mudanzas. A despedirme, diciendo constantemente hola y adiós.
No concibo no beber la penúltima, no tener respuestas al ¿y ahora qué? El exceso es una medida. El desequilibrio, una forma de estructurar. Pero hoy voy a abrigar mi espalda, limpiar mi sangre y conformarme con remover la tierra en la que están empezando a asomar los tallos de los tulipanes.
¿El juego del ahorcado?
¿No prefieres una partida al ajedrez?
No tengo tiempo que perder en visiones espaciales, metáforas ni adivinanzas. Cuando se me hincha la vena derecha de la cabeza soy incapaz de moverme sin dormirme, vomitar o querer acurrucarme. Las mitades no cuentan si no hay horarios, no hay reglas. Dame un impulso. ¿Una más? ¿La última? Dame un espejo, que te veré reflejado. Dame una mirada desenfocada. Una jugada más.
¿Qué hago aquí si todavía no es jaque mate?
II
No. Yo no prefiero rozar los límites. Los desbordo. No quiero vivir en la superficie ni parecer que camino sobre el agua, sin que el agua me moje. Aprendí a nadar en el mar, escupiendo sal. Aprendo a adaptarme haciendo mudanzas. A despedirme, diciendo constantemente hola y adiós.
No concibo no beber la penúltima, no tener respuestas al ¿y ahora qué? El exceso es una medida. El desequilibrio, una forma de estructurar. Pero hoy voy a abrigar mi espalda, limpiar mi sangre y conformarme con remover la tierra en la que están empezando a asomar los tallos de los tulipanes.
viernes, 9 de enero de 2009
Lunar
La luna llena en algunos pueblos de Extremadura me hace imaginar que vuelvo a ser una niña de dos coletas. Más exactamente: un dibujo animado en blanco y negro de una niña con dos coletas y vestido negro por debajo de las rodillas que levanta los brazos, estira del hilo y se abraza a la luna con todo el contorno de su cuerpo para enseñarles a sus amiguitos esa enorme pelota luminosa que acaba de arrastrar desde el cielo.
Foto: pattoncito - Flickr.com
lunes, 5 de enero de 2009
Tránsito
No pudimos acabar el año podando el jardín por la lluvia pero lo hicimos envueltos en una manta, sin uvas, con palomitas, sin campanadas y sin tristezas, con sueños que llegan antes de la hora marcada. Como el de viajar a Porto para ver la retrospectiva de Juan Muñoz en el Serralves.
2008 acaba con una canción de película en blanco y negro con final feliz. ‘Who will take my dream away?’ de Marianne Faithfull en ‘La chica del puente’. El año empieza con las canciones de Nitin Sawhney. Con los personajes de resina, hierro y acero; los chinos y los enanos, los muñecos sin ventrílocuo que creó Juan Muñoz con la ilusión de llenar y vaciar los espacios, de jugar con las palabras y el silencio, de explicar sus trucos de prestidigitador, aunque sigan siendo una incógnita.
El año acabó produciendo reportajes culturales en serie, ninguno llena mis espacios. Antes, con una conversación de horas con Sara y la alegría de presenciar su sonrisa de dientes con personalidad. Sus símbolos y la certeza de su fortaleza y su capacidad de estirar el cuello para respirar y acabar brillando.
2009 empezó moviéndonos entre asiáticos del mismo tamaño. Grises y con idéntico gesto en el rostro, una media sonrisa. La intención quizás se esconda en las manos. En esa mano que agarras en la sombra. En las risas, en las voces que no escuchas. En las conversaciones que adivinas a través de la pared, frente al espejo, de espaldas.
¿Y si yo pudiera tocaros y mi carne os volviera carne? ¿Cuál sería el siguiente gesto? ¿Seguiríais imperturbables? ¿Seguiríais riéndoos? Algo me dice que no. Os veo recuperando la postura en el jardín da Cordoaria, volviendo a casa y frunciendo el ceño, pá, porque esto pesa, a veces. Y cuando no… cerramos los ojos antes de tiempo, o nos reímos, o hablamos solos, o nos desatamos a contar o dejamos que lo que esto sea se llene y se vacíe, acabe y empiece, siga como estaba o no.
"Aquí y allí no importa
Nosotros debemos estar en reposo y, sin embargo, en movimiento (...)"
T.S. Eliot
2008 acaba con una canción de película en blanco y negro con final feliz. ‘Who will take my dream away?’ de Marianne Faithfull en ‘La chica del puente’. El año empieza con las canciones de Nitin Sawhney. Con los personajes de resina, hierro y acero; los chinos y los enanos, los muñecos sin ventrílocuo que creó Juan Muñoz con la ilusión de llenar y vaciar los espacios, de jugar con las palabras y el silencio, de explicar sus trucos de prestidigitador, aunque sigan siendo una incógnita.
El año acabó produciendo reportajes culturales en serie, ninguno llena mis espacios. Antes, con una conversación de horas con Sara y la alegría de presenciar su sonrisa de dientes con personalidad. Sus símbolos y la certeza de su fortaleza y su capacidad de estirar el cuello para respirar y acabar brillando.
2009 empezó moviéndonos entre asiáticos del mismo tamaño. Grises y con idéntico gesto en el rostro, una media sonrisa. La intención quizás se esconda en las manos. En esa mano que agarras en la sombra. En las risas, en las voces que no escuchas. En las conversaciones que adivinas a través de la pared, frente al espejo, de espaldas.
¿Y si yo pudiera tocaros y mi carne os volviera carne? ¿Cuál sería el siguiente gesto? ¿Seguiríais imperturbables? ¿Seguiríais riéndoos? Algo me dice que no. Os veo recuperando la postura en el jardín da Cordoaria, volviendo a casa y frunciendo el ceño, pá, porque esto pesa, a veces. Y cuando no… cerramos los ojos antes de tiempo, o nos reímos, o hablamos solos, o nos desatamos a contar o dejamos que lo que esto sea se llene y se vacíe, acabe y empiece, siga como estaba o no.
"Aquí y allí no importa
Nosotros debemos estar en reposo y, sin embargo, en movimiento (...)"
T.S. Eliot
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