Sería más honesto decir “me voy” que forzar la máquina hasta el límite.
Sería más inteligente forzar la máquina hasta conseguir asegurar que ellos pierden y tú ganas.
¿Qué apostamos?
Sería más retorcido dirigir a los ejércitos hacia la guerra mientras desde la atalaya te dedicas a arengar a las masas y a observar. Y si algo te salpica, te limpias.
Sería más práctico aprovecharte mientras te sirve, escurrirte mientras puedas, cumplir cuando sea necesario y protestar si se comete una injusticia.
Sería comodísimo no tener que posicionarse.
Sería preferible tener alguna de estas opciones.
En fin... sin todas estas opciones no existiría el género humano, ni el mundo laboral, ni una crisis económica ni la vida en movimiento.
jueves, 7 de julio de 2011
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