Josep María Pou camina por Barcelona repitiendo en voz alta lo que perfectamente podría haber dicho (George) Orson Welles mientras esperaba que llegase la financiación para su imposible Don Quijote.
Pou en su enorme soledad de libros, estudio, teatro. ¿Enorme? Él lo es. ¿Soledad? No creo.
Pou ensaya acentos, trucos de magia, se refleja en los espejos sin mirarse. Observa, propone, escucha. No consigue conciliar el sueño. Se prueba la túnica, debaten si peluca sí o peluca no y fuma puros, hasta que ya no sabes si es Pou o es (George) Orson.
Desde que vi en Fotogramas que Pou era el protagonista de un documental titulado “Màscares”, que refleja cómo un actor se mete en la piel de un personaje… Desde que hablé con él en Badajoz y me contó que el equipo de rodaje le había estado siguiendo durante seis meses… imagínate las horas y horas de material… Desde que me gusta llegar a la raíz, mirar en los intestinos para ver qué hay, desde que el teatro pasó a ser veneno…
Hacía mucho tiempo que esperaba ver este documental y, ahora, sólo puedo repetir: “Yo quiero”.
viernes, 26 de marzo de 2010
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