Es como si con el simple gesto de darle al play, Chesku acertara la contraseña. Ahora ya puede seguir el rastro. Como si escuchando la música que dejé grabada en el ordenador, pudiese trazar una línea de un punto a otro del mapa, de aquel tiempo a éste. Como si volvieran a entrar en escena todas las personas que vivieron ese disco conmigo sólo para que él las conozca.
Y me lo imagino como en un teatro ambulante. Mientras él escucha voces que yo me cansé de escuchar, ya no se sabe quién vivió qué o si andamos deambulando por las calles de París pretendiendo volver a Lisboa. ¡Qué nos suelten los hilos de la marioneta!
Musiquita pa’l alma. Portugal. Rodrigo Leão y me lo imagino tarareando con los dedos la melodía del acordeón, descubriendo la voz de Sonia Tavares, de Adriana Calcanhoto; en el piano por primera vez. Y es como si te visitaran desde lejos, desde hace tiempo, para llevarte todavía más allá de lo que conociste y hacerte cosquillas.
viernes, 3 de julio de 2009
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3 comentarios:
A Rodrigo Leao me lo regaló Begoña. A Adriana Calcanhotto me la regaló Pedro. A Sara Tavares me la regalaste tú.
Musiquita p'al alma, o Musiquita que te dieron los amigos.
En ese teatro somos los actores protagonistas. Me encanta estar en medio de ese hilo que conecta magias pasadas con magias presentes. En estas últimas me baño para sentir los violines, el acordeón, el piano...mar de instrumentos que nos sumerge para hacernos libres de veras. O encontro, dice una instrumental, reservada para una entrada futura en mi blog. O maravilloso encontro el que tuve contigo en esa primera entrevista en diciembre de 2007, a punto de entrar a soñar un pasado, un Festival… y una hermanita nueva.
A la vuelta de SP hice escala en Lisboa, sólo me dio tiempo en el transfer de cruzarme con Rodrigo Leao, mirarle y sonreirle y que me devolviera el gesto... Qué agradecida nuestra Lisboa, aunque sea pa cruzarla en un pasillo del aeropuerto!
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