¿Cuántos descubrimientos caben en un par de días?
El chocolate infinity de Magnum, la poesía de Karmelo C. Iribarren, lo feliz que vivo sin telediarios, cómo una primera cerveza en el Salvador acaba siempre convocando a una segunda. Las ilustraciones de Jimmy Liao, la precisión de sus dedos en la fase del sueño, Tom Waits llamando a Martha a través del teléfono, lo sabrosas que son las hamburguesas de pollo del mercado de San Bernardo.
Que cuando no se tienen argumentos fundamentados, refinería sí o refinería no acaba siendo un reflejo de otras de nuestras opiniones. Y refinería no, por supuesto. Que para caminar de tres en tres baldosas hay que forzar el paso y para no pisar la línea, andar de puntillas. Que no entiendo cómo no me he viciado antes con Radiohead.
La letra de ‘Common People’ de Pulp y los ritmos de Kaiser Chiefs. Reconocerme “demonizada” en algunos poemas de Iribarren, reír leyendo poesía. Las siestas ‘minutito uno’ en el sofá, confiar que te gustará el libro.
Ritual sangriento
Dejo el periódico sobre
la barra. Enciendo
un cigarrillo. Tomo
el primer trago de café. Otra
calada, y después otra más
fuerte. Ya está. Ya estoy
en marcha, me digo. Ya puedo
hacerle frente a esta locura.
Ahora, a ver si hay suerte
y algo me llega al corazón.
Karmelo C. Iribarren /'Serie B'
miércoles, 18 de marzo de 2009
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