jueves, 19 de marzo de 2009

Ficciones 4

La observo sonreír y deleitarse con las distintas posibilidades, con esa mezcla de curiosidad paciente que transforma cada día en un lugar más habitable. Las ganas son evidentes, por eso se muerde el labio y quizás estruja las piernas por debajo de la mesa. Parece decir: si el presente es fugaz, hazlo perdurar. Al final, eso hacemos todos. Agarrarnos al placer y sostenerlo en el tiempo, en esa mezcla de curiosidad ingenua que desvía la experiencia y que hace posible estremecerse ante algo como si fuese nuevo y no tuviese fin.

1 comentario:

Los viajes que no hice dijo...

La curiosidad paciente es genial.

Sobre todo cuando los planes se cumplen...

Te invitaré a tarta con jarabe de arce...