sábado, 21 de febrero de 2009

Primavera

Ha nacido un narciso entre los tulipanes. La hortensia y los claveles han sobrevivido al invierno y los geranios están que revientan de flores. Estoy harta de vivir entre pelos de gato, aunque no cambio sus besitos de nariz y gafas por cualquier otro, y cada vez que veo la ropa almacenada sobre la tabla de planchar pienso en regalarlo todo y vivir con lo puesto.

Ahora que ha salido el sol, que mi piel ya no huele a cerrado y pronto sabrá a sal, quiero quedarme en estas horas de mediodía en las que todo está permitido. Desde comer en la orilla del río hasta ‘jartarte’ de cerveza en las terrazas y adelantar la hora de la euforia hasta juntarla con la de la siesta a las siete de la tarde.

El 12 de febrero llegó la primavera a esta isla y se me olvidó avisarte. Te espero aquí. El rosal azul, Lady X, ha empezado a crecer; Reiko y Naoko lo intentan y la distancia entre mis omoplatos se vuelve cariñosa si los orientas bien. La camiseta reza “he sobrevivido a la 54ª edición…” y los huesos siguen marcando el camino. Aquí estaré, de aquí no me muevo, entre todo lo que aún queda por florecer.

1 comentario:

Los viajes que no hice dijo...

¿Ha llegado la primavera?

¡Viva la astenia!