Cada vez que escucho los acordes iniciales del ‘Hoppípolla’ de Sigur Rós veo rostros de mujeres desconocidas que avanzan por la calle a cámara lenta y, entre ellas, la sonrisa de quien las concibió.
Pero también visualizo cómo florecen las amapolas en primavera, desde que los primeros tallos asomaron en la tierra meses atrás con el frío. No sé… Esa canción suena a principio. A un pájaro que está a punto de echar a volar y la imagen se ralentiza en el momento justo en el que despliega sus alas. A un niño que está naciendo. Esa canción, no sé muy bien porqué, suena a la diferencia exacta entre seis segundos demasiado breves y otros eternos.
lunes, 19 de enero de 2009
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2 comentarios:
Pronto vas a aprender a poner vídeos.
Me encantó descubrir este grupo, gracias a otro blogger, Ozkelui. Es lo que dices, te vienen todas las imágenes del mundo...
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