jueves, 29 de enero de 2009

Maestro

Cuando F. se fue con la música a otra parte –nunca mejor dicho- estuve un tiempo desconcertada. Como si, al quedarse el alumno sin maestro, se hubiese quedado también sin la capacidad de explorar por sí mismo los territorios que se habían abierto los sábados a las ocho de la mañana con The Cult, en interminables sesiones en el ordenador y en conciertos inolvidables, como el de Moby.

Pero al alumno le gusta demasiado la música como para renunciar a ella y quedarse estancado. Hay aquí un estremecimiento muy primario. Algo básico. Por eso, poco a poco, la vida volvió a convertirse en una canción, aunque fuese cantada a gritos, y fueron apareciendo otros nombres, otros ritmos, otras formas de contar.

Hoy el alumno explora nuevos caminos que surgen por contagio, a través de Radio 3, por preguntas, conversaciones y montajes. Le parece que se aleja, que entra en un universo gravitatorio que conduce de Beirut a Kings of Convenience. De Towa Tei a José González. Y, de vez en cuando, necesita regresar por los caminos ya transitados para levantar los brazos, cantar gritando, cantar sintiendo, y recordar el auténtico significado de la palabra maestro.

“Y si todo ha sido en vano, no tienes que volver"
Los Planetas


2 comentarios:

Isabel Sira dijo...

Yo tengo unas ganas de poder volver a cantar, nuevas o viejas músicas, pero cantarlas...

Anónimo dijo...

Me encanta tu carácter explorador e inconformista con la música, esas ganas de escuchar siempre algo nuevo, para experimentar sensaciones innovadoras, con sonidos que te atrapan y que ni sabes muchas veces que están en frente de tus orejas pero sin dejar de lado esa sensación tan gustosa de volver, de regresar a lugares musicales para reecontrarte con tu "yo pasado"...me gusta compartir eso contigo minha irmá!