... Sí, se pudren. Se secan. La belleza es efímera, dicen. La pasión se acaba, a veces el amor solidifica, otras se encostra. La ilusión se pierde. Los ideales se venden. No sólo las flores se pudren. Las mentes también lo hacen. Los culos se agarran a la silla con más fuerza.
Pero estos días le ha nacido un tercer tallo a la flor que creía muerta. Nuevo, fuerte, firme... y, una vez más, encuentro en la naturaleza todas las palabras que sobran. La simple voluntad de resistir.
lunes, 21 de abril de 2008
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3 comentarios:
Uff, me has dejado con un extraño sabor de boca. Casi no consigue alegrarme la última frase. Un beso.
El aroma es sutil. Los recuerdos, antropofágicos, aunque no lo detectes. Y la pasión, perecedera. Cuando te leo, en éste, en casi todas tus memorias, me conmuevo, me conmueves. Me desvelo. Ensueño.
Y me duelo, me dueles. Te lo he dicho hoy, pero aquí lo certifico por si acaso un día lees estas líneas con ternura, la misma que me provocas, la misma que me conmociona cuando leo tus escritos, la misma que me invita a que cese esta apostilla. Por pudor.
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