jueves, 1 de septiembre de 2011

Viaje al centro de la tierra

Esto es un endrino.

¿Y esto? Un membrillo.

Esto, un lúpulo y se usa para fabricar cerveza.

Las avellanas nacen del avellano y, cuando están maduras, sólo tienes que menear una rama para que acaben desparramadas por el suelo.


El árbol que mejor sombra da en gallego se llama “padrairo” y dicen que, si quieres evitar plagas en los árboles frutales y huir de los productos químicos, basta con clavarles un clavo de cobre en el corazón del tronco, cubrirlo con cera y esperar que lo asimile la savia.

En los años de subsistencia las castañas eran, junto al pan centeno y las patatas, la alimentación básica de los habitantes de mi pequeño país pero ya apenas quedan “sequeiros”, tan sólo los que se rehabilitan con fines turísticos.

Eugénio de Andrade decía que para ser poeta hay que conocer el nombre de las cosas. Después de estas vacaciones de regreso a los orígenes, para mí la reflexión es más amplia.

Si quieres ser persona, empieza por saber nombrar lo que te rodea y luego conversamos.

Parece obvio pero no lo es tanto. En esas estoy.

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