miércoles, 9 de marzo de 2011

La silla

Las historietas de Gabrielle Bell.
La voz y la guitarra de Tulsa en la radio.
El placer de ver películas como "Arde Mississippi" y "Adivina quién viene esta noche".
La sonoridad de la palabra transar si es Isra quien la pronuncia con su portugués de Brasil en una mesa que sólo le exige una cosa al pasado: no olvidar la risa.
Una foto pop en el muro del nuevo Templo de Diana.
Las locuras del pequeño David, que todavía no sabe en qué idioma habla.
La puntería de Javier para inventar una buena historia en apenas 15 minutos.


La vida se vive de muchas maneras posibles y todo esto me hace caminar hoy más rápido, a pesar del viento frío en la cara y de la resaca de tabaco en la garganta.

No puedo convertirme en una silla como Cecil, pero sí puedo sentirlo y esa clase de desconcierto siempre funciona conmigo. Voy a probarlo ahora contigo.

Foto: "Cecil y Jordan en Nueva York", Gabrielle Bell, Ediciones La Cúpula

1 comentario:

Javier Álvarez Amaro dijo...

pues muchas gracias por la parte que me toca... pero fue suerte, nada más, una ocurrencia... lo que pasa es que llegó en el momento preciso