Son las flores las que me dicen que, a pesar de la lluvia, se está acercando la primavera; que los ciclos no se detienen, que el tiempo avanza y, si él se mueve, yo no me puedo quedar parada.
Y si no es posible hacerlo de golpe, pues se hace a cómodos plazos de 10 meses, así que este 16 o 17 de febrero le daré la bienvenida a mi casa a un ordenador, ¿o debería decir un Mac?
De momento, sin internet, sigo prefiriendo la radio y los libros cuando mi cerebro no se soporte, pero tendré un iMac para aprender a jugar con las fotos y con los programas de edición de video. Para ver películas como “El manantial”, “El luchador” o “Johnny Guitar” o tantas otras que me sorprendan. Para escribir los artículos que me encarguen o lo que sea capaz de inventar.

El 22 de marzo tengo cita médica, todos los jueves con el dentista, los lisboetas quieren venir a Badajoz en Carnaval, la primera semana de marzo localizamos en la Sierra de Gata y Las Hurdes y el día 12 tengo una boda. Todavía no hay fecha para viajar a Roma o volver a casa pero mi cerebro ya está pidiendo concreción, no sea que venga algo a sorprenderme y desbarate tanto movimiento programado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario