Yo soy más simple, menos valiente, y me la aplico al simple día a día. A esos fantasmas que se han quedado pegados al cerebro y que hacen que últimamente mi personaje de cómic cante mientras va abriendo puertas. Primero una, luego otra. Después aparece una ventana. La salto y me lleva el viento. Me deposita en una ola. Me zambullo y me traga un pez piedra. Me salva un diminuto pececito sin nombre y me vuelve a depositar en un sofá con los pies calientes en el brasero. Hasta que un bucle vuelve a arrastrarme y voy rodando y rodando, cayendo y cayendo...
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Carmen dijo un día que mi problema es que visualizo. No lo creo. Me encantan mis visualizaciones. Si fuese Jimmy Liao las dibujaría y escribiría un libro sobre sus causas. Como sólo soy yo, sigo improvisando y me conformo con saber que el 13 de enero di un gran paso contra un miedo, al final, pequeñito. Que ese fue un bello día de niebla en Mérida.
Ilustración: Jimmy Liao
1 comentario:
¿Qué te pasó y por qué yo no lo sé?
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