El avión no explotó

12/07/2010

Todavía no me he parado a pensarlo porque llevaba pensándolo demasiado tiempo. Y porque sé que es mi hora: la hora de crear algo, de contar pequeñas historias, de dejar una huella después de tantos movimientos cerebrales.

Es mi momento y pienso disfrutarlo como disfruto las mañanas de sábado con el ABCD, con los diálogos de algunas pelis, cuando no quiero seguir leyendo por si se acaba pronto el libro. Como cuando deambulo entre los discos, transformo las estatuas de Juan Muñoz en personas o veo posibilidades de metáfora en una gota de agua.

Pienso disfrutarlo porque me ha costado mucho encontrar mi sitio y pienso defenderlo con lo mejor de lo que soy capaz. Porque este avión no explota conmigo dentro.