martes, 27 de abril de 2010

De abril

“(…) Desapareció la urgencia de mirar hacia otro lado, donde creías que estaba sucediendo la vida verdadera, esa que tú no vivías porque te pasabas todo el tiempo caminando por encima del agua sin mojarte, sin salpicaduras. Pero también desapareció la urgencia de hacer todo lo contrario, de saltar un muro de madrugada para bañarte desnuda en la piscina de un hotel (…)”


Y aquí seguimos, cuatro años después, atravesando el puente.

lunes, 26 de abril de 2010

Mañana de domingo


Pongo orden entre los poetas por sus apellidos y su procedencia. Plancho una vez más esa dichosa arruga y hago recuento de las ideas que quiero transformar en proyectos. Vislumbro al señor cebolla, con sus raíces a modo de pensamientos estériles, y me pregunto por qué ahora que no me tiemblan las rodillas, que sé caminar, saltar, incluso salir corriendo, me da miedo dar el primer paso. Espero que otros lo hagan por mí. Así está claro el argumento, sonará a queja, es más que probable, y sólo de vez en cuando me dará por recordar que, cuando somos bebés, el tamaño de nuestra cabeza y el ritmo dispar de nuestras extremidades nos hacía perder el equilibrio. Y que en ese juego residía la aventura.

martes, 20 de abril de 2010

Pre-23 de abril


Si cada mañana antes de desayunar tuviera que pensar en algo bueno y duradero que haya hecho la humanidad respondería, sin dudarlo, los libros. No nos redimen pero nos hacen más llevaderos.

miércoles, 14 de abril de 2010

One song

Escribí en la pared de casa con rotulador de CD una frase de una canción que tarareo de vez en cuando...

... probé a saltar sin red, ni hogar...

Y sigo cantando... caí por crecer, callé por hablar... aprendimos a mirar con la duda entre los dedos y a tientas... Y sigo esforzándome por aprender. Con un juguetito nuevo que me permite trastear con la luz, las texturas y las distancias sin miedo a equivocarme. Con un libro de Kapuscinski y la bola del mundo al lado para situar las ex repúblicas soviéticas del Sur (Georgia, capital Tbilisi. Armenia, capital Ereván). Sobre todo, cuando los días comienzan de noche y el cerebro quiere otro tipo de vueltas en círculo, otras menos concéntricas.



... Sólo quiero ir más allá... aunque, en realidad, sólo me estoy peleando por quedarme un poco más y que se adormezcan todos esos otros motivos por los que querría caer en la red, (re)fundar un hogar... Descubrimos que, al final, las palabras que no existen nos pueden salvar... sin hablar.

Letra: Rey Sol - Vetusta Morla

14 de abril


Floreció abril. Tal día como hoy.

martes, 6 de abril de 2010

Como si lo viera...

El otro día estuve a punto de comprar dos cartulinas inmensas en el Carrefour. Una de color rojo y otra amarilla. Como los árbitros. Recortarlas, guardármelas en la mochila y empezar a mostrarlas a mi alrededor cada vez que una acción exterior sobrepase los límites de una convivencia razonable.

¿Que un coche te ve y no se para en el paso de peatones? Tarjeta amarilla. ¿Que pretenden tangarte dos euros por una botella de Felicikas? Tarjeta amarilla. ¿Que los niñatos se ponen a escuchar música por el móvil a todo volumen como si fuesen los únicos pasajeros del autobús? Tarjeta amarilla. ¿Que Zapatero sigue erre con erre con lo del IVA? Doble tarjeta amarilla. ¿Que tus jefes cometen una y otra vez, y otra, y otra más el mismo error? Amarilla incandescente.

¿Que me pongo de mal humor ante estas menudencias? Tarjeta roja para mí misma y expulsada de este partido.