Si empiezas el día escuchando a Serrat desde la casa del vecino…
sí, hacía mucho tiempo pero aún me acuerdo, ¿cómo no hacerlo?
... buscarás algo para poder cantar agarrada a la fregona, entre escalón y escalón, mientras intentas llegar a las pelusas que se esconden debajo del piano, a esa esquina que alguien NO hizo circular.
Y podrás disimular un rato con Los Planetas o Manu Chao pero, en el fondo, sabes qué es lo que te apetece escuchar esta mañana de sábado, esta mañana de imperio del terror. Sabes exactamente qué clase de música te va a hacer gritar usando como micrófono el palo de la escoba, con qué canciones cerrarás los ojos para irte bien lejos de este retrete, de los eternos pelos del gato.
¿Bien lejos? Mucho más lejos que eso…
sábado, 30 de mayo de 2009
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3 comentarios:
Lo mismo te digo hermanita, mucha vida nos queda para andar lamentando barcos fantasma.Y la música, veo que nos ayuda de igual manera a ambos!Te quiero
jo, el otro día la escuché por la tele y me acordé de ti y de nuestra gloriosa actuación a final del verano.
Ahora me sé la letra de memoria, así que, cuando quieras repetimos!
Un poquito de reencuentro, no?
RESISTIRÉ!
...y este fin de semana en Valladolid he gritado tanto intentado acompañar a 7 horas de concierto que ahora no tengo voz. Pero he rejuvenecido, vuelvo a sentirme con la edad que aparento!
Estoy feliz!
Viva la música!
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