Hay días así. Que te sientes como una vendedora de quesos en una estación de tren, rodeada por el movimiento perpetuo de transeúntes que ni siquiera se paran a mirar, que no se miran y tu allí, sentada, como cada día desde hace tanto tiempo, viendo la vida pasar.
O como un dibujo animado que camina cabizbajo con las manos metidas dentro de los bolsillos, mientras suena alguna musiquita a lo Jack Johnson. Que va dando puntapiés, que hoy no sonríe.
Hay días que son como una botella de vino de 375 ml. Como una hoja arrancada con tan sólo cuatro líneas escritas. Como esa conversación telefónica que siempre se posterga para mañana. Amanhã. Y llega mañana y volverás a improvisar tu puestecito de quesos en la estación central donde a veces, sólo a veces, alguien se gira y se para a mirarte.
miércoles, 29 de octubre de 2008
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1 comentario:
Seguro que a ti te miran, te reflexionan y te hablan. Espero que sólo sea un día así, viendo la vida pasar...
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