viernes, 27 de junio de 2008

27 de junio

No tiene fin ni principio ni causa concreta. Puede llegar en cualquier momento, cualquier lugar. Una palabra, un pensamiento lógico, algunas fases del sueño y allí está él, con todas las preguntas que no he sabido contestar desde entonces, quizás porque no tienen respuesta y es demasiado doloroso inventarse una que convenza día sí día también.
Pero hoy, que es su no cumpleaños, con todo el vacío que un no como ese implica, prefiero pensar que nunca lo supo, no quiso creerlo pero, por si acaso, robó dos segundos de lucidez para decir adiós.

“Él por ella, ella por él, se dicen adiós con un gesto mudo. Un beso, una caricia y tanta vivencia acumulada. La agarra por la cintura antes de quedarse sin la fuerza necesaria para alzar los brazos, rozar su cuello, arrastrarla suavemente hacia él.
- ¿Qué me pasa?
- ¿Qué quieres, mi amor?
- Me voy
- Te sostengo
Toda la existencia en común. Un quejido. Amargo. Roto. Bésame”

2 comentarios:

UnaExcusa dijo...

Te mando un sí-abrazo.

Isabel Sira dijo...

Me sonó tanto... Besos