lunes, 10 de marzo de 2008

Los amantes de Camille Claudel

Casi puedo ver cómo se desperezan, cómo los amantes están a punto de despertar. Cómo se reconocerán en el tacto, el olor...

Si me quedo observándolos un segundo más, sólo un segundo más, los amantes se despertarán. La mano de él recorrerá su espalda. Ella levantará la cabeza de su hombro y le mirará directamente. Pero no se ve mejor por tener los ojos abiertos y preferirán que se desdibujen todos los contornos. Que sólo exista la piel, su exaltación, la pasión, la entrega, el completo abandono. La confianza... me sostendrás si me caigo, te sostendré si tropiezas.

Una y otra vez observo el mismo gesto repetido. En bronce, en yeso. Mutilados. En grande, más pequeño. Una y otra vez me sigue conmoviendo la perfección de ese instante, único, antes de despertar.

2 comentarios:

UnaExcusa dijo...

A mí también me conmueve. Y el pensamiento profundo, aún más. La fuerza, el amor, el desgarro... Creo que esta mujer esculpía desgarrada...

Isabel Sira dijo...

Creo no conocer esa escultura, pero si es como todas las demás de ella... Pero como tú lo has expresado me ha conmovido aún más. Tocaste mi alma.