viernes, 14 de septiembre de 2007

Habitación 239

Entre la vida y la muerte, apostamos todo a la vida, aunque nuestras cartas no sean las mejores, aunque la frontera entre una y otra sea una línea fina, grotesca y caprichosa, llena de monitores, cables, líquidos, gasas y palabras desmitificadas. Colangiocarcinoma, insuficiencia hepática. Porcentajes superados. 30%... Hemos ganado una posibilidad. 35%... Ganamos otra.

La balanza se equilibra de nuestro lado, enseñando de nuevo a los pulmones a funcionar, llamando a las cosas por su nombre, soportando el dolor, la fatiga, la sequedad al intentar hablar.

Equilibras la balanza cada hora que pasa, y van las 72 cruciales, cada día, cada noche. Una nueva esperanza. Un esfuerzo adicional para no concederle ni la más mínima oportunidad. Aunque cada pequeño paso no signifique una certeza de recuperación, sí es un signo vital. Que sigues jugando, resistiendo, avanzando lentamente.

1 comentario:

UnaExcusa dijo...

Seguís avanzando, resistiendo... Ya te lo dije ayer: el dolor es una prórroga de la operación; luego desaparecerá un poquito (¡espero!), y habrá que tener más paciencia y más cuidado...
La espera, la paciente (y terrible) espera...

Mil abrazos grandes.