jueves, 4 de noviembre de 2010

Noviembre 35

Noviembre me pilla en la página 486 de "2666" de Roberto Bolaño, en la parte de los crímenes, anotando en un papel la cantidad de fobias que existen según la doctora Elvira Campos: sacrofobia, optofobia (miedo a abrir los ojos), cromofobia (a los colores), nictofobia (a la noche), ergofobia (al trabajo), antropofobia (a la gente) y así una larga lista en la que no me reconozco. Quizás soy un poco decidofóbica, aunque no hay peligro, doctora. A tomar decisiones se aprende y estoy en ello.

Noviembre llega después de la niebla, el viento y la lluvia, aceptando con calma que es su hora y que habrá que mojarse si queremos otra primavera deslumbrante. Con los pies calentitos en el brasero y volviendo a disfrutar de los placeres sencillos: el libraco entre las manos, un plan para viajar a Madrid y ver a José María Pou vestido de Orson Welles, los desayunos del fin de semana con periódicos, un cine en versión original, aunque últimamente no acertemos con las pelis.


El gato sigue aquí, cómo me alegro; quiero cambiar el color de la puerta, enciendo la radio porque no hay descubrimientos musicales obsesivos y cultivo la certeza de que no me voy a caer. No me van a faltar las fuerzas, por mucho que haya momentos en los que parece que no puedo seguir remando.

Noviembre empieza queriendo viajar a casa, en un nuevo intento con el tai chi, la nevera llena y las cuentas ordenadas. Ser persona, ¿y eso qué es? Ser persona.

Éste es mi mes. Si no ¿qué hago contándole cómo estoy desde la última vez que nos vimos?

3 comentarios:

sara dijo...

gracias, qué bien sienta leerte...

Los viajes que no hice dijo...

"Cultivo la certeza de que no me voy a caer".
Qué bueno.
No te caerás.
Y, si te caes, ya sabes que somos buenas recogiendo los pedazos.

Chesku dijo...

"Si uno se cae, se levanta y sigue adelante". Estas fueron las últimas palabras de Marcelino Camacho, antes de morir. Según contaba su esposa, se las dijo a una vecina que les visitaba en esos duros momentos. Luchador hasta el final, ejemplo a seguir.