martes, 22 de junio de 2010

Historias

"Cada uno es libre de dar a su vida el sentido que le apetece. Para mí, la vida es educación: un proceso de aprendizaje. (...) Por eso me gusta cambiar en el trabajo: cuando sé hacer una cosa, empiezo a aburrirme y necesito ponerme a otra más o menos nueva y más o menos desconocida. No me importa equivocarme. Lo que llevo mal es la monotonía y el futuro previsible".

Leo estas frases de "Historias de Roma" de Enric González mientras regreso de Sevilla en autobús y sonrío porque lo que llevo mal es la repetición, los movimientos automáticos y la apatía. Porque si no aprendo, siento que estoy perdiendo el tiempo y porque también para mí, en otro nivel, el trabajo ha sido la excusa para buscar la novedad, la sensación de crecimiento.


No ha habido problema mientras la raíz no ha encontrado abono pero ahora que esta tierra es fértil y ha hecho florecer el sentido de hogar, de pertenencia, pese a todas las distancias, el desafío ya no es empezar de cero en otra ciudad, si no continuar avanzando aquí donde estoy, con las posibilidades que están al alcance de la mano. Con las puertas que se abren justo a tiempo, cuando la asfixia ya amenzaba con transformar el pensamiento y el carácter.

"Esta vida es para valientes". Lo dijo David estos días y sonrío otra vez porque sé que es así. Que he almacenado el aire suficiente para dar otro pasito de gigante.

1 comentario:

Los viajes que no hice dijo...

Me alegra mucho leer esto...