martes, 24 de noviembre de 2009

Lisboa

"Era era quan era i encara..."
Lluís Llach

El tiempo juega con el tiempo en el metro de Lisboa y, ahora que la línea roja ha llegado hasta el Bairro Azul, puedo observar la que fuera mi casa y reírme porque casi había olvidado lo de la mesa de ping pong. ¿Qué tal le irá a Catarina? Hasta me dan ganas de llamar a la puerta de Anna, clausurar de una vez por todas la cuenta del BBVA y presentarme cualquier día en una comida de la CCILE... Hortense, senhor Varela, el presidente, Sandrita... ¿cómo decir que no olvidé?

Camino por Lisboa y sonrío porque el tiempo ha dejado de jugar conmigo. Viajo ligera también por aquí, paladeando el verbo re-conocer. Sopesando los años que han pasado, dicen que cuatro y yo me pierdo echando cuentas porque estoy lejos y cerca. Si no fuera así, si no estuviera en ese espacio intermedio, no podría moverme por estas calles como si fueran mi casa, abrazaros con todo el amor, sentir aquela conexão cósmica. ¿Cómo decir que os quiero?

Que no olvidé mientras todo se volvía simple, ya no pesa, ya no duele... Que ahora recuerdo el patinaje nocturno, y no que la puerta de casa estaba cerrada cuando volví. Cantar una canción de madrugada que habla de huir, pintar un cuadro de domingo. Entonar VIDA, con todas y cada una de sus letras, aunque eso signifique aceptar que será duro. Y, efectivamente, todos tuvimos que levantarnos pero aquí seguimos, volviendo, abrazándonos...

"Mentre tot aixó m'arriba, vida. Vida..."
Lluís Llach

2 comentarios:

Los viajes que no hice dijo...

Vuelves, abrazas y sabes que la lentitud es lenta, sí, pero sigue su curso.

Felicidades, corazón.

No llores, menina...

el secreto de la vainilla dijo...

Ahora sí, feliz cumpleaños!
(aunque creo que ya te lo he dicho)