De chico, Suso 33 era tartamudo. Ahora lo cuenta sin parpadear cada vez que le toca hablar en público o responder a las cámaras de televisión. Lo achaca al hecho de ser zurdo y que intentaran corregírselo. El caso es que hoy consigue explicarse perfectamente con palabras ante pequeñas masas y no le impresionan las multitudes -es más, pone a prueba nuestro sentido de la espontaneidad - porque si no encuentra la palabra justa, siempre tiene a mano el dibujo que es capaz de ejecutar indistintamente con la derecha o con la izquierda. De un solo trazo, sin necesidad de cambiar de posición. Con tinta mágica o con graffiti láser. Con un fumigador y en cualquier tamaño.
Suso 33 pasó por Mérida y nos mostró sus "Ausencias", ese modo de sentir que nuestra sombra se va quedando plasmada en las casas que deshabitamos, en los muros y aceras por las que transitamos. Algo de nosotros se queda prendido en otros cuerpos abandonados.
En una mañana de correrías y prisa, me regaló la palabra caligrama y las ganas de salir a la calle para dibujar en la pared tu paso y la energía que se queda atrapada.
Foto: suso33.com
martes, 27 de octubre de 2009
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