Para.
Ssssss…
Dame un minuto. Un minuto de silencio total.
Desliga un pensamiento de otro, una intención de su acción posterior, el siguiente movimiento. Apaga la música, deja de observar fuera, deja de percibir cómo late el corazón, cómo trinan los pájaros; la lista de lo que hay que hacer, lo que has vivido, lo que acumulas.
Ssssss…
Si sólo te pido un minuto. No de paz ni de armonía. Un minuto puro.
Ni el tic tac. Nada. Nada. Nada. Ni el no existe. Nada.
martes, 7 de abril de 2009
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