miércoles, 18 de junio de 2008

75 aniversario


Le he dedicado los últimos ocho meses de mi vida a una mujer de tez morena y ojos oscuros, que detestaba homenajes como éste. "Crean mitos personales", decía.

Han sido horas y horas de trabajo acumulado, siempre con prisas, siempre conscientes que la historia se reinventa cuando es otro quien la cuenta. Horas y horas deshaciendo la madeja, de punta a punta; creando lazos con voces a las que quizás nunca pondré rostro y rostros que no olvidaré. Noches de lectura, de felices descubrimientos, como la feroz ingenuidad de Casona, el actor marioneta de Craig, cómo hacer (teatro) para superar este nuevo obstáculo. ¿Qué habría hecho Cipri para convertir esta piedra del camino en un elemento más del escenario?

Han sido ocho meses duros, intensos, curiosos, emocionantes, desbordantes, con mi cuerpo y mi mente al límite de lo permitido. Dando abrazos a lo Bürmann, borrando las tinieblas con anís. Con mi carácter llevado al extremo, de la euforia a la rabia, del empecinamiento a la capacidad de dar. Pero si das en exceso, algo se descompensa, por eso llego a la ¿meta? muy cansada y con la lucidez puesta en el futuro. Porque el presente no me sirve, será efímero, como el teatro. Como las estatuas que no se erigen, se inauguran.

Llego a la fecha de celebrar sabiendo que la reconstrucción de un mito, estos meses, han vuelto a sacar lo mejor y lo peor de mí, como Mislata, como las próximas veces que decidiré implicarme hasta la médula, aunque sepa que no es lo más conveniente. Llego al 75 aniversario tratando de recordar qué nos impulsó hasta aquí ("una mujer que no se callaba"), tratando de regenerar las fuerzas. Y, aún así, pese a todo lo dicho y lo hecho, pese a las palabras innecesarias que se vomitan, pese a las buenas y las malas intenciones, gestiones, políticas... lo cierto es que habría dado lo que fuera por sentir en mi piel aquel 18 de junio de 1933 de tierra y piedra. Y eso basta para olvidarlo todo y brindar por Margarita Xirgu esta noche.

Foto: cflópez / festival de mérida