"Sólo una cosa no hay. Es el olvido"
Everness, Jorge Luis Borges
No me gusta el significado de algunas palabras. El de la palabra necesidad, por ejemplo, porque deposita fuera de ti, lejos de ti, la posibilidad de saciarla. Estabilidad, porque simboliza una línea recta, un trazado predefinido, costumbres, horarios, ritos. Hogar, porque ya he perdido varios y, si construyo otro, tendré que defenderlo con uñas y dientes, incluso por encima de mí misma.
Prefiero el concepto sostenerse en equilibrio al equilibrio puro. Balancearse, tambalearse, dar un paso mirando los pies, intentarlo esta vez con la vista fija en el horizonte. Un ligero traspié, ¡uy!!!. El riesgo, el aprendizaje, casi...
Me da alergia el adiós, porque deja vacíos que tendrás que rellenar de alguna manera. Por mucho que crezcas en otras plazas, ríos, tiempos... no dejará de ser nadar contracorriente, alejarte, huir.
No me gustan las palabras seguridad, protección, certeza, porque las busco y las rechazo en la misma medida. La interpretación de la palabra lunes, porque no se merece la pereza que significa; el compromiso, porque deja pocas alternativas de sumisión. Pero, sobre todo, detesto el olvido, porque no admite alternativa. Ninguna.
miércoles, 2 de abril de 2008
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3 comentarios:
No creo que haya olvido. Sólo descuidos imperdonables. Obligaciones. ¿Indiferencia?
Yo sí te deseo un feliz abril.
Es una mierda no olvidar. Eso sí que lo tengo claro.
Me encantó, aunque no tanto la conclusión por la tristeza o la rabia que parece encerrar.
Unaexcusa, aunque creo que más que sea una mierda no olvidar, lo es no superar y dejar atrás. Mejor no olvidar ciertas cosas para no repetirlas.
Y el desamor. Detéstalo.
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