sábado, 30 de mayo de 2009

Resistiré

Si empiezas el día escuchando a Serrat desde la casa del vecino…

sí, hacía mucho tiempo pero aún me acuerdo, ¿cómo no hacerlo?

... buscarás algo para poder cantar agarrada a la fregona, entre escalón y escalón, mientras intentas llegar a las pelusas que se esconden debajo del piano, a esa esquina que alguien NO hizo circular.

Y podrás disimular un rato con Los Planetas o Manu Chao pero, en el fondo, sabes qué es lo que te apetece escuchar esta mañana de sábado, esta mañana de imperio del terror. Sabes exactamente qué clase de música te va a hacer gritar usando como micrófono el palo de la escoba, con qué canciones cerrarás los ojos para irte bien lejos de este retrete, de los eternos pelos del gato.

¿Bien lejos? Mucho más lejos que eso…

miércoles, 20 de mayo de 2009

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Abro un paréntesis.

Como si nada de lo que he vivido lejos de aquí existiese. Como si me hubiese quedado anclada en los veinte años, en las mismas calles, en una sensación de vacío ante el tiempo.Tiempo suspendido.

Aquí el puente es el que conduce hacia casa de Cristina, donde siempre puedo volver a recostarme en su sofá para escuchar historias de la vida cotidiana transformadas en comedia, en drama, en tragicomedia la mayor parte de las veces.

Pero llega un niño con su lenguaje incomprensible y sacude el tiempo mientras sonríe a la cámara de fotos. No eres de aquí. No estás. Y eso cierra el paréntesis, devuelve a la realidad todo lo que ha existido por el camino. La distancia que se palpa.

lunes, 18 de mayo de 2009

Otra vez

Se ha muerto Mario Benedetti y me pilla de regreso al barrio. Lejos de casa como para poder agarrarme a mis-sus libros. Desde aquella primera antología de la librería Boix de Melilla, hasta los versos de O. y aquellos otros repetidos en voz alta una y otra vez... "porque te tengo y no / porque te pienso / porque la noche está de ojos abiertos / porque la noche pasa y digo amor".

Las hojas subrayadas, señaladas, una escapada a la Universidad de Alicante para oírle decir que la poesía es el género de la sinceridad última, las tácticas, las grietas y la defensa de la alegría aún por encima de la alegría.

Hasta que un día decidí dejar de leer lo nuevo que Benedetti iba publicando porque estaba envejeciendo y le pesaba. Se estaba quedando sin aire y me jodía. Porque rondaba la muerte y yo no quería saberlo. Y eso no ha cambiado. Sigo sin querer enterarme.

viernes, 15 de mayo de 2009

Madriguera

¿Te has fijado alguna vez en cómo el ternero permanece al lado de la vaca, aunque ya se sostenga en pie? ¿Y en las ovejas, que se llevan lejos del resto del rebaño a su cordero? ¿Has visto alguna vez cómo los gatitos recién nacidos, aún teniendo los ojos cerrados, saben dónde buscar la leche? ¿Nunca te has quedado mirando como un bebé duerme ajeno a todos los ruidos sobre los pechos de su madre?

Voy.